La terapia para dificultades de comportamiento está diseñada para ayudar a niños y adolescentes a superar retos conductuales que afectan a su bienestar y sus relaciones. Ofrecemos un enfoque especializado para abordar problemas como la agresividad, hiperactividad y desobediencia, proporcionando estrategias efectivas para mejorar el comportamiento y fortalecer las habilidades sociales.

Las sesiones están adaptadas a las necesidades individuales del joven con el objetivo de fomentar un desarrollo emocional positivo y mejorar la convivencia familiar y escolar.

¿Cómo sé que mi hijo necesita terapia por dificultades de comportamiento?

Identificar si tu hijo o joven necesita terapia por dificultades de comportamiento puede basarse en observar ciertos signos y patrones en su conducta. Aquí algunas señales a tener en cuenta:

· Conducta disruptiva: Si tu hijo muestra comportamientos que interrumpen constantemente su entorno escolar o familiar, como agresividad, desobediencia o desafíos para seguir normas.

· Dificultades en las relaciones: Problemas recurrentes para interactuar adecuadamente con compañeros, familiares o figuras de autoridad, como conflictos frecuentes o dificultad para establecer relaciones positivas.

· Reacciones emocionales extremas: Respuestas desproporcionadas a situaciones cotidianas, como ira intensa, tristeza profunda o ansiedad que afecta a su comportamiento y bienestar.

· Problemas en el rendimiento académico: Dificultades para concentrarse en las tareas escolares o comportamientos que afectan negativamente a su rendimiento académico.

· Desafíos persistentes: Comportamientos problemáticos que persisten a pesar de los intentos de disciplina o cambios en el entorno.